Hola a todos, desde mi alma a la suya. Abro este hilo para compartir respuestas entre todos los que hemos atravesado esas espantosas crisis de pensamientos intrusivos repentinos de suicidio, o pensamientos de muy largo plazo. Sean cuales fueren, siento que todos hubiéramos necesitado algo en ese momento que nos hubiera sacado rápidamente, en lugar de, como al menos a mí me pasó, salir sola, muy trabajosamente, agónicamente, casi apretando los dientes rogando que ese momento pase, echando mano a intentar hablar con alguien - sin mencionar explícitamente qué me pasaba por tanto prejuicio y castigo que se nos da cuando no nos comprenden- hacer algo que me distrajera, escribir, escuchar música, salir a caminar, bañarme, o simplemente acostarme y rogar por que ese sentir pasara con el correr de las horas. Un abrazo, un poco de cariño, me hubiera bastado a mí en esos momentos críticos, que jamás tuve. Ustedes, qué opinan? Qué palabras hubieran deseado o necesitado escuchar? Qué compañía, qué hecho, vivir? Los leo con muchísimo interés, y los abrazo profundamente.
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Suicidio ONG
Un lugar de encuentro para personas afectadas por el drama del Suicidio
Foro de Prevención del Suicidio
Aquí "Suicidio" no es una mala palabra
Sabemos que hablar sobre el tema del suicidio es difícil, que es un tema tabú en nuestra cultura, pero también sabemos que hablar del suicidio es necesario para muchas personas. Ver Venciendo el Tabú del suicidio.
Por eso proponemos este espacio. Con solo registrarte podrás tener acceso. El Foro de Hablemos de Suicidio es un espacio libre y plural, podrás crear entradas sobre temas relacionados con nuestra temática: noticias, películas, experiencias personales, etc. o bien comentar las entradas que otros publican. El único límite es nuestro Acuerdo de Participación. Bienvenidos al Foro de Hablemos de Suicidio ONG.
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Hola Ange: Gracias por contar tu historia e invitarnos a reflexionar sobre la nuestra. Lo puedo decir ahora que ya pasó mucho tiempo desde esa época de frustración y oscuridad. Lo digo ahora que ya encontré la salida de ese laberinto. Pero cuando estaba en el fondo del pozo no hubiera podido decirlo y de hecho no podía verlo. Viendo las cosas a la distancia creo que la llave de mi celda estuvo siempre a mi alcance. No sabía dónde, no sabía cómo, no sabía que era tan sencillo. Desde ese lugar todo se ve monstruosamente complejo y pesado. La salida que yo encontré es el otro, es volver a conectarme con mis seres queridos animándome a mostrarme vulnerable. No es una solución ni mágica ni rápida, construir un vínculo de confianza mutua lleva tiempo y sanar las heridas también. Pero ahora estoy convencido de que solo no se sale. El otro es camino y construir vínculos sanos la tarea. Por eso, desde que aprendí esta lección no dejo de ocuparme de seguir construyendo estos vínculos que son mi sostén, eso es también lo que hacemos en Hablemos. Como compañero en este camino de sanación te mando un abrazo enorme.