Suicidio ONG
Un lugar de encuentro para personas afectadas por el drama del Suicidio
Escucha Activa en temas relacionados con el Suicidio
Guía para participantes en grupos de ayuda mutua por temas relacionados con el suicidio
Todos sabemos escuchar. Sin embargo, los que transitamos circunstancias difíciles y sentimos la necesidad de que alguien escuchara lo que nos estaba pasando o lo que sentimos, que alguien compartiera nuestros miedos, nuestras inseguridades o nuestras angustias, pudimos comprobar que algunas personas escuchan mejor que otras. De hecho, es posible que no nos hayamos sentido escuchados en absoluto y también que hayamos podido experimentar esa escucha plena que alivia y brinda cobijo. Si todos sabemos escuchar, ¿dónde está la diferencia?
Muchas personas se hicieron esa pregunta en el pasado: ¿Cómo escuchan los que realmente saben escuchar? Y también fueron muchos los que obtuvieron respuestas al menos parciales. En la década de los ‘50 se popularizó el término “escucha activa” para referirse a este conjunto de habilidades que permiten no solo escuchar mejor sino que el otro se sienta escuchado. Cuando aparecieron las primeras líneas de asistencia a personas con pensamientos suicidas (suicide hotlines) se empleó este método entrenando a los asistentes telefónicos en las habilidades de la escucha activa. Así pudo comprobarse que la escucha activa realmente es útil para llevar alivio a las personas que están atravesando momentos difíciles de sus vidas incluso con pensamientos suicidas.
Desde entonces, el conocimiento y la experiencia en la aplicación de las habilidades de la escucha activa fue en aumento. Hoy, la utilidad de la escucha activa en la asistencia a personas en crisis, con pensamientos suicidas, que lidian con las ideas suicidas de alguien cercano o que transitan un duelo por suicidio es reconocida por todas las asociaciones que se dedican a la prevención del suicidio. Sin embargo, falta un paso fundamental: que estas habilidades sean asumidas y entrenadas por muchas personas más dentro de la comunidad.
Si lográramos esto, si fuéramos muchos los que aplicáramos las habilidades de la escucha activa en nuestros ambientes habituales y en nuestras conversaciones cotidianas, no solo actuaríamos en conjunto como una red de contención comunitaria para personas que transitaron o están transitando traumas relacionados con el pensamiento suicida sino que, además, viviríamos en un entorno más amable. Eso es lo que intentamos construir desde nuestros Grupos de Ayuda Mutua por temas relacionados con el Suicidio.
Escucha pasiva y activa
Muchas veces nos referimos a “escuchar” como una acción pasiva. El otro es el que habla, el que elige sus palabras, su tono de voz, la cadencia de su discurso y hasta su postura corporal para expresar sus ideas y sus sentimientos al respecto. El que escucha solo tiene que mantener silencio y tratar de interpretar lo que se le dice y cómo se lo dice. Este tipo de escucha a la que llamaremos por oposición “escucha pasiva”, es mejor que la falta de escucha. Sin embargo, en el mejor de los casos, una escucha pasiva solo nos permitirá entender lo que el otro nos quiso decir en la forma en que nos lo quiso decir. Una buena escucha debería, además, llenar los huecos del discurso, resolver sus ambigüedades, penetrar en el sentimiento que subyace al discurso y, sobre todo, lograr que el otro se sienta escuchado, contenido y acompañado. Por eso decimos que una buena escucha requiere de mucho más que la presencia de quien escucha, requiere el ejercicio de determinadas habilidades a las que nos referiremos en las siguientes páginas:
Prestar Atención en la Escucha Activa
Evitar Consejos y Críticas en la Escucha Activa
La Pregunta como principal herramienta en la Escucha Activa
Conocer Nuestros Prejuicios en la Escucha Activa
Dirigir la Entrevista en la Escucha Activa
Pensar con el otro en la Escucha Activa
Sentir con el otro en la Escucha Activa
El Entrenamiento de Habilidades de la Escucha Activa
Sin embargo, conocer las habilidades de la escucha activa leyendo las páginas de este sitio o leyendo cualquier otro material al respecto no es suficiente. Sería como pretender aprender a nadar, o a andar en bicicleta leyendo libros sobre natación o ciclismo. Los textos pueden aportarnos información muy útil pero las habilidades se aprenden haciendo y se perfeccionan con el entrenamiento. Esto vale para la natación, para el ciclismo y también para la escucha activa.
Varias instituciones organizan cursos y talleres para entrenar las habilidades de la escucha activa orientados a entornos de aplicación específicos como ventas, resolución de conflictos, consejería y también asistencia a personas en crisis o con pensamientos suicidas. Un método muy utilizado en estos entrenamientos es el role playing o juego de roles, en el que los participantes asumen roles en una situación simulada. Sin embargo, la vida real ofrece innumerables oportunidades para practicar las habilidades de la escucha activa y los grupos de ayuda mutua son una oportunidad excelente.
La escucha activa en los grupos de ayuda mutua
El objetivo de los Grupos de Ayuda Mutua que organizamos en Hablemos de Suicidio ONG es brindar escucha, contención y acompañamiento a personas que transitan o transitaron situaciones traumáticas en relación al suicidio o el pensamiento suicida, pero la metodología utilizada es la escucha activa por lo que, además, se convierte en una excelente oportunidad para el entrenamiento de las habilidades de la escucha activa. De hecho, las personas que concurren durante cierto tiempo a un grupo estarían habilitadas, si así lo desean, para actuar como coordinadoras de nuevos grupos y, de este modo, seguir expandiendo nuestra capacidad para brindarle escucha profunda y contenedora a todo aquel que lo necesite en temas relacionados con el suicidio.