top of page

Alcohol, droga y pensamiento suicida

24 de Junio: Día de lucha contra las drogas

Alcohol, droga y pensamiento suicida

La relación entre el alcoholismo, la drogadicción y el pensamiento suicida está ampliamente documentada. Según la OMS el riesgo de suicidio para personas con consumo problemático de alcohol aumenta notablemente. Sin embargo, después de entrevistar a cientos de personas con pensamientos suicidas como asistente telefónico voluntario de personas en crisis, algunas de ellas con consumo problemático de alcohol o de drogas, encuentro otra relación. Lo que busca un adicto es una forma de evasión, salir de su realidad, encontrar, aunque sea sólo por un rato, una forma de aliviar su sufrimiento emocional. El pensamiento suicida no es diferente, busca lo mismo. El sólo hecho de pensar en el suicidio como una posibilidad real brinda cierta sensación de "control" y reduce la angustia emocional.


Alcohol, droga y pensamiento suicida, vistos de este modo, serían distintos caminos para un mismo fin: evadirse de la realidad y calmar la angustia. El problema del alcohol y de las drogas es que funcionan: realmente el consumo de estas sustancias trae algún alivio transitorio y, como dijimos, también el pensamiento suicida. Por qué algunos eligen un camino u otro? no lo sé, pero como son caminos paralelos y no muy distantes es frecuente salirse de uno para entrar en el otro o transitarlos simultáneamente.


Las personas con consumos problemáticos de sustancias tarde o temprano descubren que el consumo nunca es un “buen negocio”: la droga y el alcohol siempre piden más para dar cada vez menos a cambio. El consumidor problemático se encuentra entonces atrapado, el camino que eligió ya no le brinda el alivio que necesita, tiene que buscar la evasión y el alivio de otro modo, es entonces cuando se ve forzado a probar otro camino. Sin embargo, si pudiera ver todo el proceso como un observador imparcial que mira desde arriba el laberinto en el que él mismo está perdido, se daría cuenta de que la salida no está hacia adelante, que el alcohol, la droga y el pensamiento suicida nunca conducen al alivio duradero que prometen, más bien conducen a una muerte segura. La salida está, entonces, por donde se entró. Debe desandar el camino recorrido contra viento y marea, sabiendo además que en el regreso lo esperan todas las angustias que quiso evitar, incluso multiplicadas. Hace falta mucha fortaleza y mucho coraje, pero una vida libre de los condicionamientos de la droga, el alcohol y los pensamientos suicidas vale el esfuerzo.

 


125 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page