Siempre creí que la prevención del suicidio más efectiva es la que ocurre mucho antes de que los pensamientos suicidas aparezcan. Especialmente en la infancia. Todos, indefectiblemente, tendremos que transitar varias crisis en nuestras vidas. Eso no lo podemos evitar. Ni siquiera podemos evitarlo para nuestros hijos o menores a cargo. Pero sí podemos reducir el riesgo de que esas crisis impliquen pensamientos o conductas suicidas. ¿Cómo? Dotando a nuestros hijos y menores a cargo de las herramientas que necesitan para afrontar esas crisis sin recurrir a ideas suicidas. Por eso me pareció interesante el artículo sobre resiliencia en la infancia que comparto abajo:
Cómo fomentar la resiliencia en los niños para que sepan afrontar las adversidades