Según datos del ministerio de salud, cada año hay más de 3.200 muertes a causa de suicidio en Argentina. Sabemos que muchas defunciones a causa de suicidio son mál informadas. Una estimación de ourworldindata.org nos habla de más de 5.000 suicidios anuales. Estimaciones de la OMS nos dicen que por cada suicidio se generan al menos cuatro duelos profundos y persistentes y que el legado de un suicidio en la familia puede llegar a afectar a tres generaciones. Haciendo algunas cuentas, en estos momentos debe haber cerca de 700.000 personas afectadas directamente por el suicidio de un familiar cercano en Argentina, sin contar a sus hijos y nietos. También nos hablan de que por cada suicidio consumado se registran 20 intentos. Aún considerando que una misma persona puede realizar más de un intento no letal, esto implica que debe haber más de un millon de sobrevivientes de un intento de suicidio en nuestro país. Las personas que han pensado en el suicidio sin llegar al intento son muchas más. Encuestas realizadas entre adolescentes nos hablan de que cerca de la mitad tuvo pensamientos suicidas en algún momento de su vida y a esto hay que sumarle los que no se animan a confesarlos y los que lo han tenido más tarde. Es decir que habria que sumar al menos a otros 25 millones de personas. Aún no contamos a aquellos que no habiendo tenido nunca pensamientos suicidas se han visto en situación de tener que asistir a un familiar o amigo que sí los tubiera. Sumando todas estas categorías es muy difícil que alguien no haya sido afectados por el drama del suicidio, considerando además que si nada de esto le pasó todavía, los numeros indican que la probabilidad de que le pase en el futuro es muy alta. Por eso decimos que el suicidio nos afecta a todos. Y, sin embargo, tan pocos se animan a hablar del tema.