Prevención del suicidio en adolescentes: la importancia de hablar y escuchar sin juzgar
- Hablemos de Suicidio ONG

- hace 4 días
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La prevención del suicidio en adolescentes es un tema delicado y crítico, que requiere atención, sensibilidad y compromiso por parte de toda la comunidad. Las estadísticas son preocupantes: según la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. A menudo, detrás de este fenómeno hay un fuerte deseo de ser escuchados, entendidos y apoyados. Por esta razón, es vital fomentar ambientes donde los adolescentes se sientan cómodos expresando sus emociones y pensamientos.
La importancia de crear un espacio seguro
Para que los adolescentes se sientan en la confianza de hablar, es esencial que se establezca un ambiente seguro y comprensivo. Esto implica:
Eliminación del juicio: Una conversación sobre angustia emocional puede ser intimidante. Es fundamental que los adultos se abstengan de juzgar o criticar lo que el adolescente comparte. La frase "no estás solo" puede ser un buen punto de partida.
Validación de emociones: Decir "lo que sientes es importante" puede hacer que un joven se sienta validado y aceptado.
Cuando se establece un espacio seguro, los adolescentes son más propensos a abrirse y contar sus preocupaciones.
Cómo empezar una conversación
Iniciar una conversación significativa puede ser un desafío tanto para los adolescentes como para los adultos. Aquí hay algunas sugerencias prácticas para que los adultos puedan facilitar este proceso:
Abordar el tema indirectamente: Preguntar sobre temas generales al principio puede abrir la puerta a conversaciones más profundas. Por ejemplo, "¿Te has sentido diferente últimamente?" o "¿Cómo van las cosas en la escuela?" pueden ser buenos inicios.
Ser un buen observador: Si notas que un adolescente está más callado o distante, intenta mencionarlo de manera natural: "Noté que no estás tan animado últimamente, ¿hay algo que te preocupe?"
Compartir experiencias personales: A veces, compartir una situación propia puede ayudar. Puedes decir: "Recuerdo una época cuando sentí que todo se me acumulaba. Hablar con alguien me ayudó".
Estos enfoques pueden desarmar tensiones y facilitar una conversación abierta.
La escucha activa y su impacto
La escucha activa es fundamental en la comunicación efectiva. Escuchar sin interrumpir, dar espacio para que el otro hable y demostrar interés genuino puede marcar la diferencia. Aquí hay algunas claves:
Preguntar con interés: Usa preguntas abiertas, como "¿Qué pensás sobre eso?" o "¿Cómo te hace sentir?".
Repetir lo que escuchás y : Podés repetir lo que el adolescente ha dicho, quizás de una manera ligeramente diferente. Esto no solo valida lo que dice, sino que también les muestra que estás prestando atención. Por Ejemplo: "Entiendo que este año el grupo de la escuela ya no es tan unido"
Reflejar los sentimientos que percibís: Decir frases como: "Lo que contás seguramente te genera mucha angustia" o simplemente acompañarlo con nuestros gestos y postura corporal, valida sus sentimientos (incluso los que expresó en palabras).
No ofrecer soluciones ni dar consejos: A veces, los adolescentes solo necesitan desahogarse y sentirse escuchados. Ofrecer soluciones puede hacer que se sientan incomprendidos o que no se valora la profundidad de su angustia. En su lugar, puedes decir: "¿Qué te gustaría hacer al respecto?".
La escucha activa no solo fortalece la relación, sino que también puede salvar vidas.
La prevención del suicidio en adolescentes comienza con la simple acción de hablar y escuchar sin juicio. Fomentar ese entorno seguro y empático permite que los jóvenes se sientan valorados y comprendidos. Tomarse el tiempo para escuchar puede ser un regalo valioso que cambia vidas.
La vida de un adolescente puede ser complicada y llena de desafíos, pero recordar que el apoyo está disponible puede ser un faro de esperanza. Las acciones de cada día, una conversación sincera y un oído atento, pueden contribuir a un futuro donde los adolescentes se sientan más preparados enfrentar las adversidades de la vida.
Recordemos que cada voz cuenta, y cada historia merece ser escuchada, porque hablar puede salvar vidas.
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