Unos de los obstáculos más importantes para la Prevención Comunitaria del Suicidio son las diversas creencias erróneas que circulan en la comunidad sobre el tema del suicidio, a las que llamamos genéricamente Mitos sobre el Suicidio. Desmentir estas creencias falsas es importante, no sólo porque son falsas sino, principalmente, porque son peligrosas. Todas estas creencias falsas tienen en común que, de algún modo, bloquean la capacidad y la disposición de las personas comunes para actuar en función de la prevención del suicidio, impidiendo que las personas afectadas reciban la ayuda de familiares, amigos o contactos cercanos que podrían estar necesitando en un momento difícil de sus vidas. Por este motivo, en este Mes de la Prevención del Suicidio publicaremos, desde nuestro blog, una serie de artículos, basados en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, con el objeto de concientizar a la población sobre la falsedad de estas creencias.
Mito 1: "Quienes dicen que se van a suicidar no lo hacen" FALSO
La realidad que los hechos demuestran es que muchas de las personas que murieron a causa de suicidio (aunque no todas) habían hablado antes sobre el tema en forma más o menos clara con algún familiar o allegado, algunas veces con muchas personas y durante años, sin que se le prestara la debida atención a sus dichos.
Que una persona hable de sus fantasías, pensamientos o intenciones suicidas es indicativo, al menos, de que la idea del suicidio está en su mente, por ese motivo sus dichos no deberían ser pasados por alto. Tampoco se deben juzgar, criticar o censurar estos dichos. El problema no es lo que se dice sino el pensamiento y el sentimiento que genera ese discurso. Bloquear sus dichos con frases como: "No digas esas cosas", es como ocultar un síntoma para procurarnos una falsa tranquilidad. Por el contrario, la persona que habla de sus fantasías, pensamientos o intenciones suicidas debe ser contenida e invitada a seguir hablando con validaciones de sus sentimientos, valoraciones de sus fortalezas y preguntas abiertas. Ver La Escucha Activa en la Prevención del Suicidio y Asistencia a Personas en Crisis o con riesgo de Suicidio.
Algunas veces, el discurso de la persona con pensamientos suicidas es muy explícito como: "No aguanto más, me quiero matar". Otras, puede ser mucho más sutil y ambiguo, por ejemplo: "Quisiera irme de viaje y no regresar". En ambos casos debemos tener en cuenta que las personas con pensamientos suicidas suelen sentir que están solas en el mundo frente a su sufrimiento, e incluso que a nadie le importa lo que le está pasando. Lo más urgente es brindar contención, es decir, mostrar que a nosotros sí nos importa su persona, lo que le pasa y lo que siente. No es necesario ni conveniente brindar soluciones a los problemas que nos plantea. Lo que necesita una persona con pensamientos suicidas es sentirse contenida, escuchada y acompañada.
Desde Hablemos de Suicidio asumimos como principal objetivo luchar contra este mito que nos lleva al silencio y al abandono. Hablar de lo que nos pasa nunca es malo. El riesgo es no hacerlo. Por eso invitamos a que nos animemos a hablar más y que aprendamos a escuchar mejor. Solo así podremos tener una Prevención del Suicidio Comunitaria más eficiente.
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