Encontrando recursos para recuperarse del pensamiento suicida o un intento de suicidio
- Hablemos de Suicidio ONG
- 15 mar
- 3 Min. de lectura

Muchos de los participantes de nuestros Grupos de Ayuda Mutua para personas afectadas por el drama del suicidio han recorrido un camino largo y lleno de aprendizajes desde que tuvieron sus pensamientos suicidas más intensos o recurrentes o, a veces desde un intento de suicidio. En este camino han podido encontrar muchos recursos que les resultaron útiles en su recuperación y que con frecuencia los comparten en las reuniones. Si bien no podemos hacer referencia a ninguna historia en particular debido a nuestro acuerdo de confidencialidad, nos pareció útil recopilar los recursos más mencionados:
Teléfonos o sistemas de asistencia en línea a personas en crisis: Es cierto que un simple llamado telefónico no va a cambiar la vida de una persona, pero muchos participantes cuentan que la charla con un asistente voluntario fue el punto de partida para hacerse cargo de su propia recuperación y buscar otros recursos. Aquí podés encontrar algunos servicios de asistencia en crisis o bien recurrir a nuestro Servicio de Ayuda Personal.
Ayuda Profesional: Muchos participantes cuentan que la ayuda de psicólogos o psiquiatras fue fundamental en su proceso de recuperación. Si bien también escuchamos malas experiencias en este sentido, es importante elegir los profesionales adecuados, y si sentimos que no nos están ayudando, recordar que siempre tenemos derecho a cambiarlos.
Grupos de Ayuda Mutua: Encontrarse con personas que han pasado por situaciones similares nos ha servido para no sentirnos raros por lo que sentimos o pensamos. También para intercambiar recursos que nos han servido y experimentar ese sentimiento de profunda satisfacción que nos brinda el poder ayudar a otros. Aquí podés informarte sobre nuestros Grupos de Ayuda Mutua para personas afectadas por el drama del Suicidio.
La expresión artística: Escribir, pintar, tocar música u otras expresiones artísticas son formas muy efectivas de ponernos en contacto con nuestras emociones reprimidas y así poderlas elaborar. Muchos participantes relatan que alguna de estas actividades le sirvió o le sirve aún en su propio proceso.
Técnicas de relajación o meditación: Muchos cuentan que algo tan simple como salir a caminar o practicar otras técnicas de relajación o meditación como yoga o mindfulness fueron importantes para bajar su ansiedad y así poder afrontar sus problemas retomando el protagonismo en sus propias vidas.
Planes personales de seguridad: Sobre todo en las primeras etapas, cuando el riesgo de recaer en una nueva crisis con pensamientos suicidas sigue siendo alto, muchos cuentan que les resultó útil tener algún plan de contingencia. Por ejemplo, tener agendado el teléfono de algún servicio de ayuda, de un profesional o de un amigo con el que podamos hablar. Casi siempre hablar con alguien que nos sepa escuchar es suficiente para contener una crisis.
Realizar cambios positivos: Muchos cuentan que el verdadero proceso de recuperación comenzó a partir de cambios positivos que pudieron hacer en sus vidas: bajar el nivel de autoexigencia, aceptar algún aspecto de sí mismos, alejarse de personas tóxicas, realizar actividades placenteras, buscar proyectos que generen entusiasmo y que otorguen significado a la vida, especialmente los proyectos de ayuda desinteresada como voluntariados son muy mencionados.
Sabemos que cuando uno llega a pensamientos suicidas o un intento de suicidio la recuperación no es fácil ni rápida, pero cientos de testimonios nos dicen que es posible.
Ver también:
Comments