En los Grupos de Ayuda Mutua de Hablemos de Suicidio los coordinadores ejercen un rol central. No solo para ordenar la reunión, administrar la palabra y velar por el cumplimiento de nuestro Acuerdo de Participación. Tanto el Coordinador Principal de cada reunión como los Coordinadores Auxiliares tienen la responsabilidad y el compromiso de generar un clima empático y hospitalario para que todos los que tengan necesidad y ganas de hablar puedan hacerlo. Creemos firmemente y por experiencia propia que la palabra es sanadora, especialmente esa palabra auténtica que solo puede ser pronunciada en un ambiente cálido y acogedor frente a personas por las que,sabemos, no seremos juzgados.
Sin embargo, como toda tarea asistencial, la nuestra también implica un compromiso desde lo afectivo y emocional. Por eso la pregunta: ¿Quién cuida al que cuida? Por tratarse de grupos de ayuda mutua los mismos grupos pueden servir de contención también para los coordinadores. De hecho muchos coordinadores voluntarios cuentan experiencias propias similares a las que se relatan en cada reunión, pero entendemos que necesitamos más espacio. Por suerte las reuniones de formación de coordinadores en las que básicamente practicamos las habilidades de la escucha activa nos brindan una nueva oportunidad para contar lo que nos pasa y recibir la contención del grupo. Volvemos a comprobar, también en estas reuniones, que hablar y ser escuchados es un camino efectivo hacia la sanación.