Siempre creí que para que el pensamiento suicida persista por tantos años en muchas personas, además de sufrimiento, debe aportar algo que el individuo perciba como bueno o útil. Algo así como una adicción, debe haber algún tipo de recompensa a nivel emocional para que el recurso de pensar en el suicidio frente a cada adversidad se sostenga. No soy especialista por lo que solo puedo hablar desde mi propia experiencia.
Yo estuve décadas con esos pensamientos, no en forma continua pero sí en momentos de mucha ansiedad o incertidumbre. En un momento me di cuenta de que cada vez que pensaba en el suicidio esos sentimientos se aliviaban bastante. Entonces imaginé que es como para una persona claustrofóbica que tiene que permanecer en un lugar cerrado, por ejemplo para ver una película en el cine. Puede imaginar que el lugar se incendia, que hay un tumulto o un terremoto y sentir mucho miedo a causa de sus pensamientos irracionales, pero si mira a un lado y comprueba que está sentado junto a la puerta de emergencia su ansiedad se calma. Esa escena describe bien lo que yo se sentía en momentos de adversidad, incluso por causas menores. El pensamiento suicida era mi imagen de la puerta de emergencia. Algo así como pensar: "si las cosas se complican puedo salir de aquí". No lo recomiendo porque, aunque yo nunca llegué al intento, sé que el pensamiento suicida es peligroso. Con el tiempo aprendí otras formas más racionales para lidiar con la adversidad.
La pregunta que quisiera hacerles es ¿Alguna vez sintieron que pensar en el suicidio les genere alivio de alguna manera?
Creo que tener la posibilidad de cometer el acto y terminar así con el sufrimiento que la persona está pasando podría llegar a permitirle sentir cierto alivio. Pero opino que, cómo la mayoría de las cosas en esta vida, requiere de un esfuerzo enorme para que ellos desaparezcan y encontrarle "el lado bueno" para poder seguir adelante, buscando ayuda, hablando de lo que nos pasa, compartiendo nuestro sentir con alguien que pueda darnos una mano para superarlos. Digámosle SI a la vida.
creo que algunas veces tal vez las ideas suicidas me dieron esa falsa sensacion de tranquilidad, de saber que ante lo peor, estaba esa salida, terrible... pero salida al fin.
sin embargo, la mayoria de las veces, pense en el suicidio no como salida sino como castigo a mis fracasos y derrotas. otras vecesme me sentía como algo inutil e inservible. y que el suicidio era la manera de limpar la basura (yo) para que la casa esté mejor para todos.
pero fui eligiendo construir otra puerta. una que me ayude a descubrir ese lado talentoso, util y amoroso que todos tenemos y que a tantos otros puede ayudar. es decir, una puerta que me conecte mas con las personas y con la vida.