Los que alguna vez sufrimos por nuestros pensamientos suicidas, los que tuvimos que ayudar a un familiar o amigo con pensamientos suicidas, y los que hemos tenido que llorar a un ser querido que murió a causa de suicidio, tenemos algo en común. En casi todos los casos nos faltó un lugar en el que pudiéramos hablar libremente de lo que sentíamos y de las cosas que nos estaban pasando. Nos faltó escucha, contención y acompañamiento. Aún aquellos que tuvimos la suerte de vivir acompañados con familias contenedoras, de tener amigos y de poder recurrir a los servicios de salud, pocas veces nos sentimos escuchados o pocas veces nos animamos a hablar. Es que del suicidio no se habla. No estamos preparados para hablarlo, nos sentimos avergonzados o tememos ser juzgados. Tampoco estamos preparados para escuchar a otros hablar sobre el tema del suicidio, nos angustia, nos da miedo, no sabemos qué decir. “No digas esas cosas”, replicamos, sin darnos cuenta de que con esa sentencia estamos amordazando una palabra que tal vez luchó mucho por salir. Le pedimos que vaya a ver a un psicólogo, a un médico, a “alguien que sepa” o le ofrecemos la primera “solución” que se nos ocurre para sus problemas… Como si esto mitigara la opresión en el pecho del que solo pretende compartir su dolor.
Sabemos que escuchar es difícil, no nos enseñaron a hacerlo. Sabemos también que el tema del suicidio es tabú, uno de esos temas del que nos dijeron “de eso no se habla”. Y que además la palabra “suicidio” como también la palabra “muerte” nos amedrentan, porque nos recuerdan nuestra propia finitud. Pero hablar del suicidio es necesario, porque mientras nos esforzamos por preservar el silencio miles de argentinos mueren cada año a causa de suicido y somos cientos de miles los que, de algún modo, resultamos afectados por la problemática del suicidio. Sí, cientos de miles.
Si sentiste que estabas solo por tener pensamientos suicidas, o un familiar o amigo que los tenga o los haya tenido, no es así. El suicidio causa una cantidad de muertes comparable a los accidentes de tránsito o la inseguridad, solo que no recibe tanta prensa. No estás solo, somos muchos y comenzamos a organizarnos para brindarnos ayuda mutuamente.
Hablemos de Suicidio ONG somos una Asociación Civil en formación cuyo principal objetivo es promover la formación de espacios de ayuda mutua para personas que se sienten afectadas de algún modo por el problema del suicidio. Si te interesa conocer más sobre nuestra iniciativa, ya tenemos nuestro sitio web que podés visitar en: www.hablemosdesuicidio.ar .
En nuestro blog te mantendremos al tanto sobre los avances del proyecto además de publicar testimonios de personas afectadas por la problemática del suicidio y reflexiones sobre el tema. Si querés mantenerte informado sobre nuestras publicaciones podés recibir un aviso por email suscribiéndote a nuestro blog aquí. También podés seguirnos en Facebook, Instagram, Twitter y Redit.
Si además de seguirnos querés participar de nuestro proyecto podés anotarte en nuestro Foro de discusión sobre el tema del Suicidio. Allí podrás aportar tus propias reflexiones y hacer comentarios en un ambiente de respeto y tolerancia. Desde el foro también organizaremos la inscripción a los grupos de ayuda mutua que se vayan formando.
Si querés compartir tu experiencia en relación a la problemática del suicidio, ya sea luchando con tus propios pensamientos suicidas, asistiendo a un familiar o amigo o transitando el duelo de un ser querido a causa de suicidio, podés enviarla para que sea publicada en forma anónima en nuestro blog desde: Tu Testimonio.
Si tenés vocación de ayuda y querés colaborar brindando escucha, contención y acompañamiento desde tu propia experiencia de vida a personas que están transitando situaciones difíciles en relación al suicidio o al pensamiento suicida y estás dispuesto/a a donar cuatro horas semanales de tu tiempo para esta tarea con formación a cargo de la institución, podés pedir información sobre nuestro programa de voluntariado aquí mismo.
En el pasado estuvimos aislados, fuimos enseñados para no hablar de nuestros pesares, la palabra “suicidio” estaba prohibida. El aislamiento y el silencio no nos sirvieron para luchar contra nuestros propios fantasmas. Por eso proponemos que aquellos que nos sentimos afectados por el problema del suicidio nos juntemos y Hablemos de Suicidio.
Mensaje muy constructivo. No debería ser un tema tabú, debería hasta figurar en programas educativos de escuelas primarias y secundarias- Gracias