top of page

Campaña Buenos Tratos en la Infancia y Adolescencia

Actualizado: 12 oct 2024


Buenos Tratos en la Infancia y Adolescencia


Nota del editor


Cynthia Vallejo no solo propone los buenos tratos en la infancia y adolescencia como una condición fundamental para reducir el sufrimiento emocional en todas las edades y sus consecuencias en problemas de salud mental que muchas veces llegan al pensamiento suicida o al suicidio, sino que además difunde esta causa generando contenido:





Buenos Tratos en la Infancia y Adolescencia por Cynthia Vallejo


Los invito a pensar sobre la importancia de los buenos tratos en la infancia y adolescencia, a tomar conciencia sobre las causas y las posibles consecuencias que afectan la salud mental de un niño, a reflexionar sobre la corresponsabilidad de los cuidados y lo esencial de cubrir todas sus necesidades. Los niños necesitan seguridad y amor desde el nacimiento, diría yo desde el vientre materno, una madre necesita un entorno seguro durante el embarazo para así poder brindar seguridad a su bebe. Está comprobado que existe una conexión entre el bebe y su madre durante la edad gestacional, luego se debe seguir generando ese entorno seguro y lleno de amor después del nacimiento. A menudo vemos niños que llegan al pre escolar muy angustiados, lloran mucho, piden por sus madres y quieren volver a casa. Tristemente la primaria no hace la diferencia, los niños no se sienten seguros, tienen miedo, y eso ocurre porque en casa no le proporcionaron seguridad, salen al mundo con miedo, inseguros y sin ganas de aprender, no les parece divertido, se estresan, se ponen ansiosos, se angustian y entonces las dificultades comienzan a presentarse en forma de diagnósticos y en muchos casos con medicalización. En la adolescencia la inseguridad se potencia, los malos tratos en el entorno familiar continúan reforzando la baja autoestima y el aislamiento progresivo, la desvalorización de sus emociones, la pormenorización de sus sentimientos y todo lo que necesiten transmitir se convierte en silencio y soledad. El impacto se ve reflejado en la falta de interés por aprender nuevas cosas, estudiar tampoco les resulta atractivo y sienten que todos sus esfuerzos no logran satisfacer las demandas impuestas por sus padres y lo que la sociedad espera de ellos. Podríamos seguir mencionando otras tantas dificultades, pero, enfoquémonos en las causas.


Hay tres factores importantes a tener en cuenta en el desarrollo disfuncional de un individuo, la violencia intrafamiliar, la falta de disponibilidad y la precariedad social. Para que un niño llegue a ser resiliente en la adolescencia y en la vida adulta, en principio tenemos que tener en cuenta dos de ellas, la violencia y la indisponibilidad de sus cuidadores en la niñez. Si un niño vive violencia, directa o indirectamente lo afectara, y si sus padres o cuidadores no están disponibles, porque trabajan mucho o porque llegan cansados, sin ganas, de mal humor, con poca paciencia etc. el niño también se verá afectado. La respuesta ante la demanda es casi siempre mandar a que hagan cualquier actividad solos, con supervisión, pero solos, entonces nos encontramos con niños que crecen en soledad, no se siente escuchados, por ende no se sienten importantes, con baja auto estima, inseguros de todo, lloran con mucha frecuencia, el juego deja de ser divertido, nada los complace y entonces la paciencia y la tolerancia comienza a estar en falta por parte de los cuidadores, los malos tratos nublan la visión y no logramos darnos cuenta del impacto y sus consecuencias. Es fundamental tomar conciencia que los buenos tratos son una parte importante del cuidado, como así también la narrativa en lo cotidiano, y son herramientas para la prevención de futuras dificultades en la salud mental de nuestros hijos. Nuestras palabras atraviesan a los niños y a los adolescentes, los marcan en su subjetividad y contribuyen a posibles situaciones abusivas como el acoso escolar, el consumo problemático, posibles trastornos psicológicos como el TPL (trastorno límite de la personalidad) o la falta del sentido de pertenencia, de conexión con el otro, de la búsqueda desesperada por dejar de sufrir con intentos de suicidio y en el peor de los casos, perdida de interés por la vida, suicidio. Tengamos siempre presente que habilitar la palabra es indispensable para que nuestros hijos logren expresarse abiertamente, sin censura, sin prejuicios, sin interrupciones, en pocas palabras, con escucha activa y empatía. Hagamos entre todos futuros adultos con salud mental.


Ver también:







Comments


bottom of page