top of page

¿Cómo hablar sobre el tema del suicidio?

Foto del escritor: Hablemos de Suicidio ONGHablemos de Suicidio ONG

¿Cómo hablar sobre el tema del suicidio?

Cuando surge la oportunidad, o la necesidad, de hablar sobre el tema del suicidio con un familiar, amigo o allegado, por ejemplo cuando un conocido nos confiesa que tiene pensamientos suicidas, fantasías de muerte o lo deja entrever en su discurso, muchas personas se sienten incómodas o inseguras, temen que lo que puedan decir empeore la situación o no estar preparadas para seguir esa conversación. Sin embargo, hablar del suicidio en esas circunstancias puede ser de vital importancia para nuestro interlocutor. Por eso, en este artículo sugerimos algunas pautas básicas que pueden ayudarnos:


1- Dejar nuestros temores a un lado: Lo primero que tenemos que saber es que hablar del suicidio en forma responsable siempre ayuda. Solo es necesario respetar las pocas pautas básicas que mencionamos aquí. La persona que nos pide ayuda solo espera sentirse escuchada. Luego será el turno de buscar otros recursos pero, en medio de la crisis, la escucha de un conocido o allegado, aunque no tenga preparación específica, siempre es bienvenida y puede incluso ser el primer y fundamental paso en un proceso de recuperación.


2-  Elegir el momento y el lugar adecuado: Es importante, para que nuestra intervención sea efectiva, que nuestro interlocutor se sienta cómodo y que nosotros también podamos hablar relajados. Si el pedido de ayuda ocurre en un momento o lugar inadecuado, por ejemplo en un lugar público o en un momento en que nosotros o nuestro interlocutor estamos ocupados, bastará con explicar que lo que dice nos preocupa por lo que queremos hablar con él o ella en un momento y lugar más propicio. Si es posible, sería bueno acordar ahí mismo dónde y cuándo continuar esa charla. Los pedidos de ayuda como los que mencionamos al principio casi nunca representan emergencias, a no ser que se acompañen con otras señales. En caso de que estas señales estén presentes, la estrategia deberá ser diferente: Ver Asistencia Primaria en caso de Emergencia por Riesgo de Suicidio


3- Ser directo y asertivo: Es importante despejar todas las ambigüedades. Por ejemplo: si nuestro interlocutor no es claro en cuanto a sus pensamientos podemos preguntar: “¿qué quisiste decir con eso?”  o más directo aún “¿Entendí bien?, ¿Estás teniendo pensamientos suicidas?”. También debe quedar clara nuestra intención de escuchar, acompañar y ayudar en lo que podamos. Los diálogos demasiado ambiguos solo conducen a malos entendidos de ambos lados y podrían acentuar la percepción tan común entre quienes tienen pensamientos suicidas de que a nadie le importa lo que están sintiendo.


4- Hacernos cargo de la situación: Muchas veces, al darnos cuenta que un ser querido o un allegado podría estar en riesgo de suicidio, nuestras ganas de ayudar nos llevan a dar consejos apresurados como: “No pienses esas cosas”, “Valorá todo lo que tenés”, “Andá a ver a un psicólogo”, o cosas por el estilo. Nadie duda de las buenas intenciones de estas u otras recomendaciones, pero desde el lado de la persona con pensamientos suicidas suele interpretarse como: “No quiero escuchar lo que te pasa”. Recordemos que una persona en tal situación no necesita consejos sino sentir que alguien la escucha y le importa lo que le pasa o lo que siente.


5- Escuchar activamente: La escucha activa es la mejor manera de que el otro se sienta escuchado. Como su nombre lo indica, no consiste en simplemente quedarnos en silencio y escuchar sino en intervenir invitando a nuestro interlocutor a seguir hablando mediante preguntas abiertas, validación de sus sentimientos y valoración de sus fortalezas. Ver: Escucha Activa en temas relacionados con el Suicidio


6- Evitar juicios o críticas: La persona que nos confía algo tan íntimo como sus pensamientos suicidas o fantasías de muerte lo que menos necesita es ser juzgado o criticado por lo que siente, piensa o hace. Aún cuando nuestra intención fuera que él o ella cambie su actitud, las críticas o enjuiciamientos producirán el efecto contrario: una postura defensiva y la ruptura de la confianza mutua necesaria para poder hablar sobre este tema. 


7- Ofrecer y brindar acompañamiento: Sentirse escuchado y contenido puede ser de vital importancia para una persona con pensamientos suicidas, sin embargo, sería ingenuo pensar que por solo hablar de lo que siente y lo que le pasa sus pensamientos suicidas o fantasías de muerte mágicamente desaparecerán. Tampoco suele ser conveniente adoptar una actitud de vigilancia o persecución, pero siempre es bueno para una persona con pensamientos suicidas saber que no está sola en el mundo y que, eventualmente, si necesita hablar, habrá alguien dispuesto a escuchar y acompañar, sin juzgar ni criticar. Muchas veces, la simple presencia o una pregunta casual logran el milagro de que el otro se sienta contenido.


 

Ver también:





1 commento


Mica Boss
Mica Boss
09 mar

Lo que me hubiera gustado sentir en mi peor momento. Sigo viva, y queriendo vivir, fue una etapa dura, pero extrañamente agradezco haber salido de ese pozo casi mortal, porque ahora me interesa el tema, me gusta leerlos, comprender y comprenderme, y tener las herramientas para ayudar. Gracias infinitas por estar, los necesité y ahí estuvieron y eso fue parte del cambio...de verdad, gracias

Modificato
Mi piace
bottom of page